Al desarrollar tu conciencia, al disciplinar tu
personalidad, te acercarás al amor y la empatía por el resto de las criaturas
del Universo. Si no eres capaz en este momento de enamorarte de la creación,
entonces la puerta de entrada al infinito inteligente aun no es tuya, al menos
no en este momento, ya que no eres lo suficientemente profundo a nivel de
conciencia como para saber del amor y nuestra relación con el Todo. Sólo el
amor puede ver la vida.
Lamento no tener técnicas rápidas para ofrecerte, excepto
una; busca y vuelve a buscar, tanto en el exterior como en tu interior, con
paciencia y persistencia, como si el tesoro más precioso del mundo se te
hubiera perdido. Como todos los grandes tesoros de este mundo, cosechar frutos
como resultado de nuestra búsqueda consume tiempo. En ocasiones podría tomar
años. Paciencia y persistencia es la clave maestra en todo esto.
Encuentra maneras de reír y bendecir tus lágrimas.
Intenta ver el amor en todos y en todo, y perdona cuando los demás no lo hagan.
En cada experiencia de la vida, encuentra una lección para aprender. Si
ganaste, se humilde en tu victoria; si perdiste, se fuerte en tu derrota. Los
pensamientos de odio, ira, envidia, resentimiento, y todo lo que está asociado
con esa clase de energías tan bajas, son solo una ilusión; una creación de la
mente que aún no ha sido controlada. Mientras sigas creyendo que esas cosas son
naturales y forman parte de tu personalidad, seguirás dando vueltas en círculos
sin hacer ninguna forma de progreso en tu vida espiritual.
No permitas que la culpa y la infelicidad te separen de
la búsqueda del amor. No estás obligado a seguir siendo la misma persona que
alguna vez fuiste. En el Universo nada, absolutamente nada es definitivo. La
realidad es evolutiva. Nada muere, todo es reciclable. La materia puede cambiar
de un estado a otro. La conciencia también puede pasar de un estado a otro.
Permítete evolución a otro estado de conciencia superior.
¿Ahora estás empezando a entender que eres el infinito
cobrando conciencia de su existencia? literalmente hemos estado aquí durante
centenares de millones de años, pasando de un estado a otro, formando parte de
una inmensa conciencia en evolución. En otras palabras, nada recorre el proceso
evolutivo por sí misma. Tu eres parte de la evolución y la evolución es parte
de ti. Para entender esta reflexión, quizás necesites una cosmovisión de
proporciones universales.
La mayor parte de mi tiempo lo pasó disfrutando del
silencio. Eh alcanzado el nivel en donde disfruto de esas cosas. Disfruto ver
un pájaro volar y cantar. Disfruto ver los árboles moverse con la briza.
Disfruto del viento acariciando mi rostro y cabello. Estas cosas me ayudan a
ver los pensamientos, no como mi creación, sino como visitantes externos en el
templo de mi mente. Ahora entiendo que ellos no son parte de mí, simplemente
fluyen a través de mí. Son como granos de arena en un vaso de agua. Si los
agito demasiado, quizás puedan nublar mi mente. Depende de mi estado de
conciencia saber cuales mantengo y cuales tengo que dejar ir. Yo soy la
conciencia, en control de mi mente y de los pensamientos.
Si crees, entonces lo estás creando
A la gente de este mundo se le está recordando
constantemente que no vale nada. De este modo, desarrollan pensamiento de
comparación con lo más ridículo que pueden encontrar. Así se sienten y así lo
manifiestan. A veces eres terrible contigo mismo y te comparas implacablemente
con otras personas. Casi a diario, buscas meticulosamente pruebas de que eres
un don nadie, que no mereces ser amado o que no estas a la altura de tu
potencial.
Sentimos que hay algo malo en nosotros sí, por ejemplo,
todavía estamos solteros a cierta edad, no obtenemos una cierta cantidad de
ingresos, no tenemos un círculo social grande o quizás no actuamos de cierta
manera en presencia de los demás.
En ocasiones te puedes quedar encerrado en tu cabeza,
permitiendo que esa voz interna destruya completamente tu autoestima hasta el
punto que te odias demasiado para hacer algo significativo al respecto. Por eso
enseño el amor, la compasión y el perdón a uno mismo, porque sé cuántos de
ustedes se sienten indignos de ser quienes son y de dejarse llevar por su
corazón. El pasado, pasado está; no necesitas castigarte más.
Tú eliges en todo momento conocer el rostro de El Creador
a través de un amor lleno de compasión y servicio desinteresado a los demás, un
amor radiante para ellos, por lo que debes amar y disfrutar de este maravilloso
paraíso.
No compites con nadie. De ahora en adelante, durante el
resto de tu vida, quiero que te acuestes con un sueño y te despiertes con un
propósito. No es lo que haces, sino la calidad del amor con la que lo haces.
Tienes que enamorarte de El Creador, de su creación y de ti mismo, pues tú
también eres parte de su creación. Solo así podrás desarrollar y entrar en el
estado de Conciencia Universal.
0 Comentarios